En un barrio periférico, de esos a los que no llega ni el metro ni el dinero, Javi, Manu y Rai son compañeros de instituto, pero, sobre todo, amigos. Tienen esa edad en la que ni se es hombre ni se es niño, en la que se habla mucho de chicas y muy poco con ellas. Comparten también la vida en el barrio, el calor del verano y un montón de problemas. El primero, es el propio barrio; un barrio de grandes bloques de viviendas sociales, de ladrillo oscuro y arquitectura deprimente y depresiva. Allí hay pocas cosas que hacer, y en agosto aún menos. El centro de la ciudad queda lejos, así que los tres amigos pasan la mayor parte del tiempo por las calles del barrio.