En el verano de 1967, la policía lleva a cabo una redada en el Motel Algiers, en 12th Street Riot. Esta incursión policial contra la población negra acabó con la muerte de tres hombres afroamericanos, mientras que otros siete recibieron brutales golpes, así como dos mujeres blancas. Estos sucesos desencadenaron unos violentos disturbios raciales que asolaron la ciudad norteamericana de Detroit y acabaron con 43 muertos y múltiples daños materiales. Fue uno de las levantamientos ciudadanos más grandes en la historia de Estados Unidos.