FollowingNunca estás solo.

El debut del ahora aclamado Christopher Nolan lleva su sello. 69 minutos rodados en blanco y negro, en 16mm y con sólo 6.000 dólares.

Bill es un escritor con sequía creativa que gusta de seguir a desconocidos para buscar la inspiración de sus personajes.

Uno de los que sigue le descubre y se le enfrenta, resulta ser un ladrón, Cobb, al que acabará acompañando en sus allanamientos.

Bill conoce a una chica que dice ser chantajeada por su antiguo novio, un gángster. Le tiene miedo porque mató de un martillazo a un hombre en su propia casa.

Bill le dice a Cobb que una de las casas que robaron era de su novia, que quiere robar la caja fuerte de su ex para conseguir dinero y las fotos comprometidas con las que la chantajea. Cobb se enfada y le pega una paliza.

Descubrimos que todo ha sido una trampa, Cobb y la chica son pareja y utilizan a Bill.

Bill roba sólo la caja fuerte, pega un martillazo a un hombre que le pilla in fraganti. Abre el sobre de las fotos y descubre la mentira. Va a ver a la chica, ella lo confiesa, le dice que buscaban un cebo para la policía porque van detrás de Cobb. Cobb había descubierto el cuerpo de una mujer asesinada durante un robo, y está tratando de desviar las sospechas de sí mismo, haciendo que parezca como que si varios ladrones compartieran su modus operandi.

Bill va a la policía a confesar todo. John Nolan, el policía, no le cree, en la casa de Bill la policía ha encontrado cosas de la chica de cuando le robó y… no conocen a ningún Cobb.

La chica le cuenta todo a Cobb y resulta que ella también ha sido engañada, Cobb trabaja para el gángster. Ella le chantajeaba porque guardaba pruebas del asesinato ocurrido en su casa. Cobb utiliza el martillo de Bill para matarla incriminándole en su asesinato.

En la escena final Cobb desaparece entre la multitud.