Habla con los protagonistas de "La puerta mágica"
Christoph Waltz como Humphrey Wells / John Wells Snr
Patrick Gibson como Paul Carpenter
Damon Herriman como Monty Smith-Gregg
Sophie Wilde como Sophie Pettingel
Sam Neill como Dennis Tanner
Demi Harman como Job Applicant
Rachel House como Professor Nienke Van Spee
Miranda Otto como Countess Judy
Chris Pang como Casimir Suslowicz
Jessica De Gouw como Rosie Tanner
Lin Yin como Delia Bryson
Jason Wilder como Leon (Man at Fountain)
Paul Carpenter (Patrick Gibson) se convierte de sopetón en becario de la enigmática firma londinense J.W. Wells & Co., donde comparte mesa con la brillante y suspicaz Sophie Pettingel (Sophie Wilde). Ambos detectan pronto que no están en una consultora común y corriente.
Sophie acaba ascendida al Departamento de Casualidades –donde, sin saberlo, hace que ocurran cosas improbables–, mientras el carismático CEO Humphrey Wells (Christoph Waltz) encarga a Paul encontrar el objeto más codiciado del planeta: la puerta mágica. Eso lo lanza a una misión que lo lleva desde sótanos llenos de duendes hasta cumbres del Himalaya.
Paul halla la puerta mágica en un sótano prohibido. Esa puerta no solo teletransporta, también tiene voluntad propia: un “portable door” que, tras usarla, se pliega como un toalla y se reconstruye diciendo “knock knock”. Viaja con Sophie a los sitios más impresionantes del mundo. Ella le dice que le gusta pero no sabe si es libre de sentirlo por el contrato que le hicieron.
Paul descubre que la empresa busca manipular la psique y los deseos de las personas mediante contratos con letra pequeña (Operation Fine Print), cediendo su alma a cambio de control total de su voluntad. Incluso Sophie está bajo ese hechizo corporativo.
Dennis Tanner—el manager—es en realidad un goblin. Y Humphrey es un mago con motivos oscuros. Paul y Sophie descubren que el corazón del asunto está en la Banco de los muertos, donde se guardan esos contratos.
Dentro de la dimensión Nether, Paul y Sophie se enfrentan a John Wells, el padre de Humphrey. Humphrey había vendido su alma al padre y ahora Paul lo rescató un alma a cambio del contrato de Humphrey, encarcelándolo en ese mundo infernal.
Paul regresa triunfal, Sophie recupera su contrato —y su autonomía—, y suben ambos en la escala corporativa: Paul obtiene un puesto en el Departamento de Objetos Perdidos y Sophie es promovida a Vicepresidenta de Casuísticas.
¿Final feliz? Claro, pero con un ojo en el futuro: la puerta mágica sigue existiendo en algún lado, lista para que otros la encuentren, de hecho como tiran la toalla-puerta a un camión de lavandería con otras tropecientas toallas vemos a una limpiadora de un hotel que con la toalla en la mano va a una habitación y dice «knock knock»…