La trampa

La trampa se la puso Rachel (Alison Pill), esposa de Cooper, el asesino en serie conocido como el carnicero. Él volvía tarde, a ella le hizo sospechar el olor a productos de limpieza así que le siguió a uno de sus pisos francos. Allí dejó un trozo de la entrada del concierto y llamó a la policía.

En el concierto no hay salida sin pasar por un control policial pero Cooper le dice a la artista Lady Raven que o le saca de allí o mata a uno que tiene secuestrado. La chica (la actriz es la hija del director de apellido improncuiable) accede. Pero cuando han salido en la limusina ella quiere salvar al chico así que se auto invita a la casa, le roba el móvil a Cooper y se encierra en el baño. Allí manda un directo a sus seguidores que con la pistas que el secuestrado le da es encontrado y salvado.

Cooper pretende irse con Lady Raven, matarla y suicidares pero la familia de Cooper se planta frente al coche, él no quería mezclar sus vidas. Viene la policía y rodea la casa. Cooper escapa por un túnel que lleva a casa del vecino y conduce la limusina con Lady Raven dentro. Ella forcejea y logra salir. Él también escapa.

Cooper ha descubierto que su mujer es la traidora, la que no dejará que vea crecer a sus hijos. Se cuela en la casa donde está ella para matarla y luego suicidarse. Rachel le pide tomar una tarta, la tarta lleva droga y Cooper es por fin detenido.

Cuando se dirige a la furgoneta hace como que quiere despedirse de la bicicleta de su hijo pero en realidad lo que ha hecho es coger un alambre para soltarse de las esposas. El último plano es Cooper riéndose sabiendo que va a volver a escapar.

FIN

La trama tiene muchos errores, muy facilona, el nepotismo poniendo a su hija como protagonista heroína tampoco ayuda. Está bien para pasar el rato, sin más.