Langosta

Estupenda película sobre las relaciones de pareja en un mundo distópico con un final abierto.

En la primera parte David (Colin Farrell) es abandonado por su mujer y es rápidamente arrestado porque esta sociedad no admite solteros. Los solteros tienen 45 días para encontrar una nueva pareja en un hotel. Si no lo consigue serán convertidos al animal de su elección. David escoge la langosta:

– ¿Por qué una langosta?
– Porque las langostas viven más de cien años tienen la sangre azul como los aristócratas y son fértiles toda su vida. También me gusta el mar, mucho. Soy muy bueno en esquí acuático y natación desde pequeño.
– Debo felicitarlo. Lo primero que piensa la mayoría es en un perro. Por eso el mundo está lleno de perros. Pocos eligen un animal poco común, por eso están en peligro de extinción. Una langosta es una elección excelente.

En esta sociedad las parejas se forman por alguna compatibilidad absurda como sangrar por la nariz. David lo intenta con «la mujer sin corazón», excepto los 3 amigos del Hotel, ningún personaje tiene nombre propio.

«La mujer sin corazón» pone a prueba a David matando a patadas al hermano de David, que había sido convertido en perro al no haber encontrado pareja. Cuando David demuestra sentimientos por la muerte de su hermano hace ver que no es compatible con «la mujer sin corazón». Ella lo va a denunciar pero él se libra con la ayuda de una camarera del Hotel y la convierte en un animal. Finalmente él logra escapar del hotel al bosque donde viven los Solitarios, los solteros.

En esta segunda parte vemos esa otra parte de la sociedad, una resistencia que también tienen reglas estrictas, no pueden flirtear y mucho menos tener relaciones, el castigo de un beso es cortarle los labios (el beso sangriento), el castigo de un coito es el coito sangriento.

En el bosque David, que es miope se enamorará de «la mujer miope» (Rachel Weisz) que es quien narra la historia.

Pretenden escaparse y vivir como pareja en la ciudad pero su secreto romance es descubierto por la líder de los Solitarios (Léa Seydoux). Como castigo la lleva a la ciudad para supuestamente curarle la miopía y así acabar con su compatibilidad pero en realidad va más allá y la deja ciega.

David la sigue cuidando pero ella ya no quiere tener relaciones con él. A David sólo le queda una opción. Se vengan de la líder, la dejan atada en una tumba a merced de que se la coman los perros y se escapan a la ciudad.

Los minutos finales transcurren en un restaurante:

– ¿Me trae un cuchillo y un tenedor, por favor? No un cuchillo para untar. Uno de cocina.
– Por supuesto.
– Gracias.
– Lo voy a hacer con un cuchillo.
– ¿Quieres que te acompañe?
– Preferiría que no.
– No te preocupes. Es una sensación extraña al principio, pero te acostumbras. Y los otros sentidos se te agudizan. El tacto, por ejemplo. Y el oído.
– Lo sé. No tardaré.

David se dirige al baño y le vemos frente al espejo apuntando con el cuchillo a su propio ojo.

Ella espera sentada en la mesa del restaurante, el camarero le sirve agua y ella dice «Muchísimas gracias.»

Fin.

Este final abierto me encantó. Habría 3 opciones:

1. Que David se quedara ciego, esta opción de final feliz me parece poco probable. Cortarse un ojo ya es duro pero cortarte el segundo ojo sería demasiado. Al margen de los problemas que tendrían para sobrevivir en su escape ambos ciegos.
2. Que David no se atreviese a cortarse los ojos y escapara dejándola sola en el restaurante. Si fuera así ambos correrían mucho peligro, sobre todo ella, no podrían volver ni al bosque ni al Hotel.
3. Que David no se quedara ciego pero que le dijera a ella que sí lo ha hecho. Este el final que yo personalmente elijo. Cuando la líder de los Solitarios la cegó ella le preguntó «¿Por qué no a él?» demostrando que el amor no es tan ciego como parece, así que ahora él puede hacer lo mismo, fingir ese amor ciego. Un cierre perfecto para una historia que nos muestra lo difícil de sobrevivir en esta sociedad como soltero y las imperfecciones de las relaciones de pareja. Las mentiras piadosas y las convenciones por las que los matrimonios pasan para poder sobrevivir.

¿Qué opinas? ¿Con cuál opción te quedas?