Teen Wolf

Scott es el típico chico majete con amigos de toda la vida que no se come un colín en el instituto. De pronto descubre que viene de una familia de licántropos y que se transforma en hombre lobo. Eso hace que mejore mucho en baloncesto y la gente empieza a admirarle. Pero a la vez va perdiendo la amistad con sus amigos de siempre que llegan incluso a tenerle miedo. Finalmente se da cuenta de que la gente no le quiere por él mismo sino al lobo. En el último partido del campeonato, en el que se enfrentan al equipo de su «enemigo», Lewis (el novio de la chica que le gusta, Pamela, que empieza a hacerle caso desde que se transforma en hombre lobo), decide jugar como él mismo, no transformado, y apoyarse en el resto del equipo a los que había dejado de lado porque como lobo no necesitaba a nadie más. El final se decide por tiros libres y termina ganando el equipo de Scott que va a celebrarlo con los amigos de siempre, su padre y Tina, su amiga de toda la vida que está enamorada de él y de la que había pasado por Pamela, a la que no hace ni caso. En su momento fue un final espectacular, aunque después de tantos años ya es una fórmula muy repetida.