El juego del calamar Temporada 3 (2025)

En cada capítulo van muriendo personajes, la 222 tuvo una bebé que dejó a cargo del nº 456.

Tras morir los malos quedan solo 3, uno debe morir. Los finalistas de esta edición resultan ser Seong Gi-hun (456), la bebé registrada con el número 222, hija de Jun-hee, y el jugador 333, que se revela como el padre biológico de esa misma bebé.

El juego decisivo, conocido como “Sky Squid Game”, en el que los participantes deben enfrentarse sobre estructuras elevadas con formas geométricas como círculo, triángulo y cuadrado. La regla principal es que, para que las muertes sean válidas, es necesario activar un botón en el suelo al inicio de cada ronda, lo que añade una tensión adicional a cada movimiento.

La confrontación central se da entre Gi-hun (456) y el jugador 333. Ambos terminan al borde de una de las torres: Gi-hun se sostiene con una mano y con la otra sujeta a Myung-gi, el jugador 333. Finalmente, Myung-gi cae, pero como la ronda no había sido activada correctamente con el botón, su muerte no cuenta oficialmente dentro del juego.

Con la eliminación de Myung-gi, Gi-hun queda solo frente a la bebé. En ese momento, se enfrenta a tres posibilidades: matarla para quedarse con la victoria, dejar que ambos mueran o sacrificarse para que la bebé sobreviva. Gi-hun toma la decisión de morir y renunciar a la victoria, lo que convierte a la niña en la ganadora del juego.

Después del desenlace, el Front Man, Hwang In-ho, ordena la destrucción de la isla y se marcha en barco. Antes de retirarse, recoge a la bebé superviviente. Luego aparece entrando en el apartamento de su hermano, el detective Jun-ho. Allí deja tanto a la niña como el premio total acumulado de los juegos: 4.56 mil millones de wones.

La narración da un salto temporal de seis meses. En ese lapso se muestra a No-eul, la guardia rosa que se rebeló contra la organización, logrando escapar de la isla y comenzar una nueva vida lejos de los juegos.

La temporada cierra con una última escena en la que el Front Man conduce por las calles de Los Ángeles. Desde su auto observa a una mujer (Cate Blanchett) que recluta a una persona para participar en los juegos, lo que confirma que, pese a todo lo ocurrido, la maquinaria de la organización sigue funcionando.

FIN