Alerta Spoiler El FINAL de "Anatomía de un asesinato"

  1. Hola Laura,

    Te voy a contar con detalle la película Anatomía de un asesinato de Otto Preminger de 1959. Es una película basada en la novela homónima de John D. Voelker, que narra el caso real de un teniente del ejército que asesinó al violador de su esposa y fue defendido por un abogado de pueblo.

    La película empieza con el asesinato de Barney Quill, el dueño de un bar, por parte del teniente Frederick Manion (Ben Gazzara), que dice haberlo hecho porque Quill violó a su esposa Laura (Lee Remick). Manion es arrestado y contacta con el abogado Paul Biegler (James Stewart), un exfiscal que ahora se dedica a la pesca y al piano. Biegler acepta el caso y se enfrenta a dos fiscales: el del distrito local y el general Claude Dancer (George C. Scott).

    Biegler decide usar la defensa de impulso irresistible, es decir, que Manion actuó bajo un estado de locura temporal provocado por la violación de su esposa. Para ello, tiene que demostrar que Laura fue violada y que Manion no recuerda el asesinato. Sin embargo, se encuentra con varios obstáculos: las pruebas médicas no son concluyentes, los testigos son contradictorios y la conducta de Laura es provocativa y coqueta.

    El juicio se convierte en un duelo entre Biegler y Dancer, que se atacan mutuamente con preguntas incisivas y objeciones constantes. Biegler consigue desacreditar a algunos testigos de la acusación, como la camarera del bar que dice haber visto a Laura coquetear con Quill, o el médico forense que afirma que Quill no tenía marcas de violencia. También logra que Manion declare que no recuerda nada después de ver a su esposa herida.

    Dancer, por su parte, intenta demostrar que Laura mintió sobre la violación y que Manion actuó con premeditación y alevosía. Para ello, interroga duramente a Laura, insinuando que ella sedujo a Quill y que luego lo acusó falsamente para encubrir su infidelidad. También presenta a un testigo sorpresa: un policía que dice haber visto a Manion en el bar antes del asesinato, lo que contradice su coartada.

    El final de la película es ambiguo: el jurado declara a Manion no culpable por razón de demencia transitoria, pero cuando Biegler va a felicitarlo, se entera de que ha huido con su esposa sin pagarle los honorarios. Biegler se queda desconcertado y se pregunta si realmente hizo justicia o si fue engañado por sus clientes.

    FIN

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