La escafandra y la mariposa

El final es muy emotivo y conmovedor. La película narra la historia real de Jean-Dominique Bauby, un periodista francés que sufrió un derrame cerebral que lo dejó en estado de «locked-in syndrome», es decir, completamente paralizado excepto por el párpado izquierdo. Con la ayuda de una terapeuta, logra comunicarse mediante un sistema de parpadeo y dicta un libro con sus memorias y reflexiones.

El final muestra a Bauby en su cama de hospital, rodeado de sus seres queridos, mientras escucha el audio de su libro terminado. Se siente orgulloso de su obra y agradece a todos los que lo apoyaron. Sin embargo, también se da cuenta de que su vida ya no tiene sentido y que está atrapado en una «escafandra» que le impide disfrutar de las cosas simples. En ese momento, tiene una alucinación en la que se ve a sí mismo saliendo del hospital y corriendo hacia el mar, donde se sumerge y se libera de su prisión. La escena final es una imagen de una mariposa volando sobre el agua, simbolizando el espíritu de Bauby que se eleva y se desprende de su cuerpo.

La película es una obra maestra del cine francés, dirigida por Julian Schnabel y basada en el libro homónimo de Bauby. Es una historia de superación, esperanza, amor y creatividad, pero también de dolor, frustración, soledad y resignación. El actor Mathieu Amalric hace una interpretación magistral de Bauby, transmitiendo sus emociones con solo la mirada y la voz en off. La fotografía, la música y el montaje contribuyen a crear una atmósfera envolvente y poética, que alterna entre la realidad cruda y los recuerdos y fantasías de Bauby.

En mi opinión personal, la película es un ejemplo de cómo el arte puede transformar una tragedia en belleza y cómo el ser humano puede encontrar sentido a su existencia a través de la expresión y el afecto. Me pareció una película muy conmovedora e inspiradora, que me hizo reflexionar sobre la importancia de valorar lo que tenemos y no rendirnos ante las adversidades. Creo que es una película que todos deberíamos ver al menos una vez en la vida.