Hasta el último hombre

Mel Gibson recrea esta historia basada en hechos reales en 3 partes, la primera algo pastelosa es la vida de Desmond Thomas Doss (Andrew Garfield) en un pueblecito con un padre trastornado por la pérdida de sus amigos en la Primera Guerra Mundial. El padre maltrata a su familia y les impone una fuerte educación religiosa. Desmond se enamora de Dorothy pero cuando llaman a filas decide, pese a la oposición de su padre, alistarse en el ejército.

La segunda parte de la película es su entrenamiento, Desmond es objetor de conciencia y se niega a coger un arma, él quiere ir a la guerra como médico pero no va a matar a nadie, sus superiores le hacen la vida imposible hasta que termina en un juicio militar por desobediencia. En el juicio aparece su padre con una carta que demuestra que está en su derecho como objetor de conciencia.

La tercera y última parte es la guerra, concretamente la sangrienta Batalla de Okinawa. Nadie confía en Desmond pero nada más comenzar la batalla demuestra su valentía ayudando a los heridos. Cuando todos vuelven él se queda recogiendo a los heridos arriesgando su propia vida. Cuando van intentar de nuevo el asalto coincide con el Sabbat, el día que él no puede trabajar, le dicen que sin él la tropa no va tener confianza, todos le esperan mientras que él reza antes de subir.

Al final es herido en la pierna y sus compañeros le ayudan a bajar y a recuperar su biblia. Han logrado el objetivo y los japoneses se rinden.

Antes de los créditos vemos al verdadero Desmond (7 de febrero de 1919–23 de marzo de 2006), que fue el primer objetor de conciencia en recibir la Medalla de Honor. Llegó a salvar a 75 soldados.