Regresión

Todos los indicios muestran una conspiración de ritos satánicos. Bruce Kenner (Ethan Hawke), cada vez más afectado por el caso intenta proteger a Angela (Emma Watson). Bruce sufre pesadillas, ve gente que le observa, siente cosas por Angela, recibe llamadas anónimas, está muy alterado.

Ve en una valla publicitaria el dibujo de la mujer que se le apareció en su pesadilla. Se da cuenta que ha sido producto de su imaginación al igual que los recuerdos del padre y la abuela de Angela, recuerdos inducidos por la histeria colectiva. La regresión no funciona.

George Nesbitt y otro policía van a casa de Bruce encapuchados a darle una paliza, Bruce consigue aplacarlos y les dice que no lo denunciará si Nesbitt le cuenta todo.

Visita a Angela y le dice que todo ha sido un juego de ella, que ella es quien le llamaba. Nesbitt le contó que lo hizo porque odiaba a su familia, que pensaba que eran unos perdedores borrachos, su madre no pudo soportarlo y se suicidó. Se acostaba con George pero él nunca iba a huir con ella. Ella en venganza mintió sobre su familia para deshacerse de ella. No pudo parar la mentira.

Angela termina confesando, dice que nadie creerá a Bruce, sobre todo cuando cuente que se besaron frente a la tumba de su madre. Bruce se va y le dice al cura que el diablo sí existe refiriéndose a Angela.

La última escena es Bruce visitando al padre en la cárcel. Le cuenta todo y le pide que hable con el fiscal y le diga la verdad, que nunca la violó, pero el padre quiere cumplir condena para que su hija le perdone, se siente culpable de haberla hecho infeliz y haberla convertido en lo que es.

Bruce vuelve la vista a la cárcel y se va en coche.

En los créditos finales se cuenta que hubo casos similares pero nunca se encontró ninguna prueba de ritos satánicos. Al cabo del tiempo la ola de histeria colectiva desapareció. La regresión ha sido desacreditada por crear recuerdos falsos.