Orange Is the New Black Temporada 4

Piscatella y sus hombres tienen hartas a las presas, tras descubrir el cadáver enterrado en el huerto la tensión sube. Vause queda impune porque Healy cuenta que fue la desequilibrada Lolly y la ingresan en el psiquiátrico. Healy entra en crisis y se interna él mismo en un Hospital Psiquiátrico.

Piscatella sospecha de Red, la tortura sin dormir, las presas quieren deshacerse de Piscatella pero no logran ponerse de acuerdo por las tensiones raciales hasta que en la cafetería ven como Piscatella abusa de Red y empiezan a rebelarse y subirse todas a las mesas.

Piscatella ordena a sus hombres que las bajen. «Ojos locos» que está mal desde que un guardia la forzara a pelearse con su ex forcejea con Bailey que está a su vez sujetando a Poussey Washington y termina asfixiándola sin querer.

En el último capítulo las presas afrontan la muerte de Poussey con escenas de Poussey cuando era libre en una noche loca en Nueva York.

Nicky se ha vuelto a desintoxicar tras salir de máxima seguridad gracias a Luschek que tuvo que acostarse con Judy King para que ella le librara de la culpa y su abogado sacara a Nicky. Lorna vuelve a tener paranoias, cree que su marido se acuesta con su hermana.

‘Pennsatucky’ Doggett perdona al guardia violador pero cuando se le acerca se da cuenta que no ha cambiado. Él le dice que va a dimitir.

Ojos Locos intenta recrear la asfixia de Poussey y es llevada a enfermería, en la cama de al lado está su ex con la cara destrozada por la paliza que le dio.

Sofía ha salido de máxima seguridad gracias a Caputo y a la monja que se internó queriendo en máxima seguridad para probar que estaba allí. Le pillan el móvil que tenía escondido y es Caputo quien hace una foto a Sofía con el móvil y se la entrega al hijo del director de MMC que la lleva junto a la mujer de Sofía a su padre. Sofía es liberada y recibe la ayuda de Gloria.

Piper y Vause vuelven a estar juntas.

La empresa que rige la prisión, MMC, pretende exculparse de la trágica muerte. Caputo echa a Piscatella el fin de semana. Las presas y sobre todo Soso se impacientan mientras que el cuerpo de Poussey sigue en la cafetería.

MMC al no encontrar nada en Poussey decide culpar a Bailey pero en la rueda de prensa que da Caputo no sigue el guión y no culpa al joven guardia. Soso escucha como la muerte de su amiga quedará impune y se vuelve loca animando a todas las presas a rebelarse.

Cuando llegan a los guardias se le cae el arma que llevaba escondida el guardia psicópata y la recoge Daya.

Daya le apunta mientras las presas la animan a que le dispare.

Además de las presas y los guardias hay dos mujeres dentro de la cárcel, atrapadas por la rebelión: la novia de Caputo que se encuentra en el baño y la cocinera Judy King a la que iban a dejar salir libre para que no testificara contra la muerte de Poussey.

La última escena es de Poussey feliz en NY sonriendo a cámara.