La verdad sobre el caso Harry Quebert

Así acabó La verdad sobre el caso Harry Quebert

Tras sacar el libro Marcus descubre que la madre de Nola no podía maltratarla porque murió en Alabama así que sigue investigando junto al sargento Perry. Al final le cuenta todo a Harry.

Nola sufría un trastorno mental, en Alabama con 9 años había provocado el incendio y matado a su madre, el resto de su vida cuando sus emociones se alteraban sufría una crisis, un desdoblamiento de su personalidad en ella y en su fallecida madre que la castigaba y autolesionaba.

Luego descubren que Robert Quinn, el padre de Jenny, ha ido a enterrar el collar de Nola, tiran del hilo hasta dar con la verdad.

Caleb sabía toda la historia de Nola y Harry, estaba enamorado de Nola. Había recién descubierto que su mentor, Elijah Stern, quien le había devuelto la esperanza lo hacía desde el remordimiento, había sido quien con sus amigos le dio la paliza y le desfiguró la cara.

Caleb se fue de la casa a despedirse de Nola, sabía que se iba a fugar con Harry, le dejó una última carta y un libro escrito por él, el manuscrito. Cuando Nola leyó la carta pensó que era la despedida de Harry, que no iba a huir con ella. Caleb se lo explicó, la ayudó, le dijo que amara a su libro ya que no pudo amarle a él.

Se toparon con Pratt y Travis, cogieron a Caleb, pensaron que le había hecho daño a Nola y le pegaron tan fuerte que le mataron. Cuando reapareció Nola y lo vio tuvieron que perseguirla, Pratt mató a la anciana. Finalmente Travis de un golpe con su porra mató a Nola. Durante la noche llevaron el coche con Caleb y lo lanzaron por un acantilado. Travis se había quedado con el collar para no olvidar lo que había hecho. Jenny pidió a su padre que lo escondiera.

Harry se iba a fugar con Nola para llevarle a un médico. Se sentía culpable porque él no era el autor de «Los orígenes del mal», era Caleb. Marcus lo había descubierto porque no había gaviotas en el libro. Harry dice que Caleb se lo había dejado y como había muerto no podía dejar una obra maestra sola, se la apropió y la vendió. Marcus le dice que aunque no sea el autor ha sido él quien le ha enseñado todo lo que sabe, sus consejos, su amistad. Harry se despide de Marcus para siempre.

En el epílogo Marcus ha recuperado el éxito contando la verdad, limpiando el nombre del bueno de Caleb. Ha comprado la casa y la ha convertido en una residencia para jóvenes escritores.

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